Zona Nororiental

Su formación se inició a mediados del siglo pasado principalmente por habitantes de las zonas rurales de Antioquia que llegaron coaccionados por la violencia política que se desató posteriormente al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. A diferencia de la migración masiva y la urbanización planeada que constituyeron los inicios de otras comunas, la 1 no tuvo ningún tipo de planeación y su asentamiento se hizo a través de la posesión informal y el trazado realizado por urbanizadores piratas (dueños de terrenos en venta sin el cumplimiento de normas). Según planeación municipal, esta comuna está conformada por 12 barrios y allí se presenta, como en otros sectores de la ciudad, un factor sociológico interesante; sus pobladores forman pequeñas comunidades cerradas que se distancian de sus vecinos hasta el punto de conformar así un barrio distinto. En relación con la calidad de vida de sus habitantes, datos de la municipalidad indican que esta comuna hace parte de la franja de pobreza de la ciudad, dadas las condiciones socioculturales, de salud y de vivienda. Se presenta un alto índice de desempleo y la cobertura en salud es baja (Municipio de Medellín, Corporación Con-Vivamos y Corporación Cultural Nuestra Gente, 2007). Entre los barrios más reconocidos se encuentran los siguientes: Santa Cecilia, Marco Fidel Suárez, Popular 1, Popular 2, Guadalupe parte baja y central, Santa María del Rocío, Santo Domingo Savio 1 y 2, Carpinelo, La Esperanza, La Avanzada, Moscú 2. La comuna 1 adelanta procesos de desarrollo en actividades culturales y comerciales: grupos de zanqueros, de teatro y danzas, ventas, microempresas. Parte importante de la comuna la constituye el terminal de buses de Manrique Transmayo, centro comercial y punto de encuentro. La ausencia de referentes territoriales plenamente reconocidos en esta comuna ha cambiado un poco a raíz de la construcción del Metrocable, una línea del metro de la ciudad que ha facilitado enormemente el acceso y el transporte en la zona nororiental de la ciudad, y la construcción de una de las cinco bibliotecas de la Red de Bibliotecas Públicas, la Biblioteca España, centro cultural y educativo del sector.

Algunos de los barrios que conforman esta comuna son El Playón, La Frontera, Pablo VI, La Francia, Andalucía, Villa del Socorro, Villa Niza, Santa Cruz, La Rosa, Moscú, La Isla. Su origen se remonta a los años 50, poblada principalmente por campesinos que huían de la violencia y que se acomodaron en estos terrenos de manera espontánea debido a las difíciles condiciones del terreno. Durante algún tiempo la comuna se identificó en la ciudad por la proliferación de casas de lenocinio; deambulaba por allí un personaje varonil típico, conocido como “el guapo”, que luego, en su versión menos caballerosa se transformaría en “el pistoloco” o “el pillo” de la actualidad. Entre sus referentes de identidad, el cocol y el alhelí se dejaban ver como bebidas que potenciaban la fiesta a ritmo de tango y salsa (Blandon, 2001). Según datos oficiales, esta comuna se encuentra con uno de los menores puntajes en calidad de vida y hace parte de la franja de pobreza de la ciudad. En la actualidad, la comuna muestra un amplio porcentaje de desempleo; las actividades económicas más importantes se centran en los billares, estanquillos y cantinas; las actividades de mercado de víveres se realizan en otros barrios. Como en otras zonas de la ciudad densamente pobladas, en los últimos años la violencia juvenil ha marcado y dejado huella en el territorio, sobretodo a partir de la formación y proliferación de las llamadas bandas (grupos al margen de la Ley). Sin embargo, la comunidad centraliza esfuerzos por adelantar proyectos culturales en teatro, danza, y de desarrollo social alrededor, por ejemplo, del cuidado y recuperación de las quebradas (Municipio de Medellín, Corporación Con-Vivamos, 2007) .

Su nombre toma el del barrio Manrique, puesto a su vez en honor a un médico capitalino, y es este barrio uno de los íconos de identidad de toda la ciudad. Su fundación se remonta a los inicios la década de los años 20 cuando la creciente industria textilera potenció en gran parte la llegada de obreros ansiosos de progreso a la ciudad en crecimiento y generó el aumento en el número de las familias. En ese momento, por toda la ciudad se generaron compañías urbanizadoras cuyo negocio consistía en comprar tierras baratas de grandes haciendas en los alrededores de la ciudad y revenderlas parceladas en lotes. El negoció prosperó gracias al fenómeno de migración y al hecho de que allí llegara el tranvía a mediados del siglo XX. El referente más común de la comuna es Manrique central número uno, que en la actualidad cuenta con un populoso sector comercial, ubicado en la carrera 45. Este sector fue el encargado de darle el aire argentino a Medellín a mediados del siglo pasado, cuando el tango se transformó en símbolo cultural de la ciudad, y por supuesto, del barrio mismo. En Manrique, aparte de su hermosa iglesia que puede divisarse desde varios puntos de la ciudad, hay una reconocida estatua del artista Carlos Gardel, que fuera punto de confluencia de las personas que acudían a la “tango-vía”, programa de la Alcaldía Municipal que alcanzó la cumbre en los años 80 cuando una gran porción de la carrera 45 se cerraba para que la gente escuchara y bailara el ritmo argentino. A medida que la población empezó a aumentar fueron haciendo su aparición otros barrios que ampliarían el radio de la comuna. A diferencia del primer y el segundo Manrique los demás empezaron a caracterizarse por la poca planeación de sus edificaciones y de sus espacios de encuentro. Es así como a diferencia de Manrique oriental, que cuenta con un punto barrial de encuentro como es el Parque Gaitán, los demás barrios no poseen en su estructura puntos específicos destinados a la socialización. Esta comuna ha sufrido los problemas de la violencia urbana que se desató en los 80 con el fenómeno del narcotráfico, y la guerra urbana entre milicias de la guerrilla y los paramilitares, hechos que llevaran a Medellín a ser reconocida internacionalmente con el vergonzoso epíteto de “La ciudad más peligrosa del mundo”. Algunos barrios que conforman la comuna 3 son: La Salle, Las Granjas, Campo Valdés 2, Santa Inés, El Raizal, El Pomar, Manrique Central 2, Manrique Oriental, Versalles 1 Y 2 La Cruz, Oriente, María Cano-Carambolas, San José, La Cima 1 y 2.

Los primeros barrios de esta comuna, entre ellos Berlín y Aranjuez, fueron construidos en los años 20 del siglo pasado por el empresario urbanista Manuel J. Álvarez, siguiendo el trazado de cuadrícula usado desde la Colonia, a pesar de que éste no se ajustara a la topografía de laderas pendientes y al terreno irregular de la zona. Esta estructura, sin embargo, dejaba en el imaginario de la ciudad una impresión de orden y progreso. Como en el caso de otros barrios obreros de la misma época, su construcción respondió a la necesidad de solucionar un grave problema de vivienda que se había generado en la clase obrera debido al proceso de industrialización, que implicó un éxodo de campesinos a la ciudad en busca de empleo fabril (Botero, 1996). Si bien en la primera mitad del siglo XX se puede hablar de un cierto florecimiento de esta comuna, favorecido por su organización y por la conexión con el resto de la ciudad a través del tranvía, en la segunda mitad del siglo pasado, la aceleración de los problemas sociales y demográficos de la ciudad, acentuados sin duda por las sucesivas violencias padecidas en el país, afectaron sensiblemente a los barrios de esta comuna, que conllevaron problemas de convivencia y de violencia. Este sector alberga importantes construcciones arquitectónicas que hoy son patrimonio histórico, tales como la Casa Museo Pedro Nel Gómez y el antiguo Manicomio. La recuperación y la inversión en sitios como el Parque Norte, el Jardín Botánico y la construcción del Parque Explora y de nuevos espacios en la Universidad de Antioquia, han revitalizado esta parte del norte de Medellín. Así lo sienten habitantes de barrios como Sevilla, Moravia, Campo Valdés 1 y Manrique central 1. La comuna de Aranjuez consta de 17 barrios y constituye junto con las comunas 1, 2 y 3, lo que algunos medios de comunicación llaman “comuna nororiental” de Medellín.