Zona Centro-occidental




Laureles Estadio, Comuna 11

A finales del siglo XIX, los espacios que hoy ocupan esta comuna eran fincas de pradera y el sector se denominaba “Otrabanda”. La industrialización creciente durante la primera mitad del siglo XX incidió en el proceso de urbanización de estas áreas, especialmente la construcción del barrio Laureles, y la implementación de los puentes Colombia y San Juan aceleraron su desarrollo habitacional. Se conjugan, además, en esta comuna importantes sitios académicos, culturales y recreativos, ya presentes en 1950: la Universidad Pontificia Bolivariana, algunas emisoras, la Biblioteca Pública Piloto, la Plaza de Toros La Macarena y la Unidad Deportiva Atanasio Girardot. El proyecto de construcción del barrio Laureles, corazón de esta comuna, fue encargado en 1943 al ingeniero y arquitecto Pedro Nel Gómez, quien, tomando a París como modelo, diseñó una ciudadela de aire europeo con avenidas circulares y en diagonal, parques, glorietas y casas con antejardines. Inicialmente el barrio se llamó Ciudadela del Empleado, pero los futuros habitantes, no contentos con esta denominación, escogieron el nombre actual en virtud de la cantidad de árboles del mismo nombre que fueron sembrados en la zona (Botero, 1996). Aunque fueron creados en un principio para empleados con recursos económicos modestos, los principales barrios de esta comuna rápidamente subieron de estrato socioeconómico, sobre todo Laureles, que es uno de los más elegantes de la ciudad. Sin embargo, en la actualidad, sus casas amplias y con jardines están dando paso cada vez más a edificios sin zonas verdes, a sectores comerciales y oficinas, densificando esta zona, antes más residencial y arborizada. Otro barrio que se destaca en esta comuna es el Carlos E. Restrepo, de más reciente construcción, 1971, y que consta en su mayoría de edificios de 4 pisos. Al igual que Laureles, fue creado para empleados modestos y terminó en otras manos; esta vez, en las de profesores universitarios, profesionales jóvenes y artistas principalmente, lo que le imprimió al barrio un carácter muy propio, un tanto bohemio y liberal. Este barrio es uno de los polos culturales de la ciudad, donde se encuentra la Biblioteca Pública Piloto, el museo de Arte Moderno y la cinemateca. Laureles-Estadio cuenta con 15 barrios; además de los mencionados, están entre ellos, Suramericana, Velódromo, Los Conquistadores, Los Colores, Florida Nueva y La Castellana. La Encuesta de Calidad de Vida indica que esta comuna es una de las que presenta mejores condiciones de vida en la ciudad (Municipio de Medellín, 2006, 286).


La América, Comuna 12

La América comenzó como un corregimiento de Medellín. Es una de las comunas más antiguas de la ciudad; sus datos de fundación son de aproximadamente 1797, cuando todos los sectores de la ciudad que estuviesen al otro lado del río eran denominados Otrabanda. En ese entonces había 12 casas de tapia. En el año de 1842 tomó el actual nombre de “La América”, pero solo unos años más tarde, en 1877 sería cambiado por “La Granja”, dadas las grandes propiedades fértiles del terreno. Unos años más tarde retomaría nuevamente el nombre de “La América”, en homenaje a los 400 años del Descubrimiento de América. Sector de progreso y expansión organizada de la ciudad, en 1921, La América contó con línea del tranvía que la uniría con el sector de Guayaquil. Este hecho y la construcción de la calle San Juan y la Iglesia de los Dolores fueron su eje de urbanización. También pasa por la América la línea B del Metro, inaugurada en 1996. Este hecho impulsó nuevamente el auge habitacional que venía desde los años 60 y que convirtió a la comuna 12 en un sitio con muy buenas condiciones de vida. Sus casas residenciales han cedido en los últimos tiempos a la tendencia de construir edificios de apartamentos, la propiedad horizontal. Calasanz, La Floresta, Simón Bolívar, Santa Mónica, Ferrini y Campo Alegre son algunos de los 13 barrios que conforman la Comuna 12.


San Javier, Comuna 13

Los terrenos que hoy ocupan el Barrio San Javier, al que se debe el nombre de la comuna 13, pertenecían a principios del siglo XX al señor Pepe Ángel. Por muchos años, los habitantes de los barrios vecinos como Belén, Robledo y La América, podían disfrutar veraniegamente de estos predios, hasta que la curia arquidiocesana los adquirió para la estancia de sus seminaristas. En la década de los años 40, un grupo de constructores, entre los que se encontraba Pedro Nel Gómez, compraron el lote y comenzaron a construir. Para esa época, alrededor de San Javier también se estaban creando otros barrios como San Javier No. 2, Belencito, Santa Mónica, Campo Alegre, El Coco, San Cristóbal, La Pradera y El Danubio. En 1950, se inicia la construcción de la parroquia. La mayoría de los trabajadores en albañilería se encontraban en barrios como El Salado, El Socorro y Paloma, también pertenecientes a la comuna. Durante las tres últimas décadas del siglo, y a raíz de procesos de desplazamiento e invasión, se han formado otros barrios como La Quiebra, Juan XXIII, Veinte de Julio, Betania, El Corazón, Nuevos Conquistadores, Eduardo Santos, La Gabriela, Santa Rosa de Lima y Las Independencias. Hoy en día la Comuna 13 registra oficialmente 20 barrios, pero en otros documentos aparecen entre 28 y 31 sectores o barrios (Asamblea general de organizaciones comunitarias y sociales de la comuna 13, 2007). Dos fenómenos de gran importancia se relacionan con esta comuna: el primero de ellos, la lucha continua contra el desalojo forzado y demolición de ranchos en constante peligro de incendio y de ser sepultados por los derrumbes de la montaña; y en segundo lugar, se le suma a esta problemática y a otras de desigualdad social, una posición geográfica estratégica, ya que sus laderas son vías de comunicación con el nordeste antioqueño, zona de conflicto armado. Toda esta situación ha generado la aparición de grupos al margen de la ley en lucha por la territorialidad y su enfrentamiento violento con los de organismos de seguridad del Estado. Hechos como estos son los que han construido el imaginario social que relacionan los conceptos de comuna y violencia en Medellín, especialmente a partir de la década de los ochenta. Puntos de referencia para la Comuna 13 y la ciudad los constituyen la Biblioteca San Javier y el Metrocable de Occidente, una de las líneas aéreas del Metro que, en este caso, comunica sectores que por vía terrestre no tienen accesos vehiculares directos en la comuna y entre esta y la Comuna 7, Robledo.