Zona Centro-oriental




Villa Hermosa, Comuna 8

El nombre de esta comuna salió de uno de sus 17 barrios, que está entre los más antiguos de Medellín y los más cercanos al centro, como también Boston, Prado y Buenos Aires. Su proceso de poblamiento se inicia alrededor de 1940 a través, principalmente, de la parcelación en lotes que hicieran los urbanizadores. Bajo esta tendencia, común en la época, personas solventes compraban grandes terrenos y fincas completas en sitios aledaños al centro y las vendían por partes. En Villa Hermosa operó desde 1956 hasta 1972 la cárcel La Ladera, que ocupaba un imponente edificio construido en los años cuarenta, considerado como una de las joyas arquitectónicas de la ciudad. Este terreno se convirtió en el parque recreativo La Ladera, que cuenta con zonas verdes y equipamiento deportivo y sirve como punto de encuentro y diversión para los habitantes de la zona. En 2007, se inauguró allí una de las modernas bibliotecas públicas de la ciudad, lo que ha generado en el sector un sentido de pertenencia e identidad de su gente. Las zonas altas de la comuna o laderas están consideradas como parte de la franja de pobreza de la ciudad. Están densamente habitadas en su mayoría por desplazados por la violencia, quienes están en situación de alto riesgo debido a la inestabilidad del suelo, principalmente. El barrio La Sierra, reconocido a raíz de un video que circuló nacional e internacionalmente en donde se mostraba la cruda situación de la guerra urbana de los últimos treinta años entre las bandas delincuenciales que operan en el sector, ha sufrido, además, el drama de la estigmatización, al ser todos sus jóvenes señalados constantemente como violentos (Instituto Popular de Capacitación, 2004). Varios proyectos comunitarios propenden por cambiar la situación; reubicación de viviendas en la zona, la construcción del Parque Bicentenario y la Casa de la Memoria, entre otros. Importante punto ambiental es el cerro Pan de Azúcar, cuyos miradores La Cruz, El Huevo y la Cima, son unos de los lugares desde donde se puede tener una vista hermosa de la ciudad. Villa Hermosa comprende también algunos barrios residenciales que hace unas décadas fueron lugar de habitación de personas de buen nivel socioeconómico, como Los Ángeles o San Miguel. Sus casas son amplias y funcionales, además de ser ejemplos de una arquitectura de estilo español muchas de ellas. Sin embargo, la tendencia a construir torres o edificios de apartamentos en lotes ocupados por viejas quintas se ha extendido por todos los barrios cercanos al centro de la ciudad, como los ya mencionados. Otros barrios de la comuna son: Enciso, Sucre, Trece de Noviembre, Villatina y El Pinal.


Buenos Aires, Comuna 9

Entre otras ideas que circulan sobre su nombre, se dice que Buenos Aires debe su nombre a la idea que tenían los habitantes de la ciudad de Medellín, a fines del siglo XIX, de que el clima era propicio para que la población convaleciente de enfermedades respiratorias recuperara su salud. Desde su topografía, Buenos Aires, barrio donde nace esta comuna, se reconoce por dos calles paralelas que son conocidas con el nombre de "Las Mellizas" que parten de la calle Ayacucho, en el centro de la ciudad. "Las Mellizas" se constituyen entonces en el lugar de encuentro y corredor de esparcimiento de los habitantes de este barrio. La expansión no planificada y espontánea de otros sectores de la comuna generó unas vías de transporte interno irregulares y estrechas en barrios como La Milagrosa, Las Asomaderas y Loreto. En la década del 50, al expandirse la zona, se construyó el barrio Alejandro Echavarría, barrio obrero asociado a la industria Textil, ya que en la primera década del siglo XX había sido ubicada allí la fábrica de tejidos Coltejer. Con el nombre del barrio también fueron nombrados la cancha y la escuela, que aún llevan este nombre. Entre las comunas de la zona centroriental, la Comuna 9 es la de mayor población y un amplio porcentaje de sus viviendas se encuentran estratificadas en los niveles más bajos; por tanto, las condiciones de sus habitantes son precarias (González R., y Velásquez, s.f.). La zona de Buenos Aires no ha sido ajena a los efectos de la violencia y el conflicto interno en Medellín. Existen algunos barrios que no tienen reconocimiento social ni representación legal, debido a la dudosa procedencia de sus predios y por tanto aún no figuran en los listados de planeación Metropolitana. Sectores conocidos como Pablo Escobar, La Postura, Brisas, Cauces de Oriente, Ávila y Quinta Linda permanecen en el imaginario colectivo del Medellín sin tugurios. Entre los problemas que más reclaman atención está el fenómeno del desplazamiento intraurbano causado por enfrentamientos y lucha por el poder entre bandas delincuenciales (Instituto de Capacitación Popular, 2004). Parte ambiental importante en esta zona la constituye el cerro La Asomadera, uno de los cerros tutelares, que alberga una buena cantidad de árboles nativos y se ha implementado como sitio de recreación de la ciudad.


La Candelaria, Comuna 10

El centro de la ciudad inicia su desarrollo en 1646 con la construcción de un poblado en el ángulo entre el Río Medellín y la Quebrada Santa Helena; el lugar fue denominado Nuestra Señora de la Candelaria de Aná, hoy Parque Berrío. Allí se edificó posteriormente la Iglesia de la Candelaria, reconstruida en el siglo XVIII, hoy monumento nacional. En 1674, se proclama esta población como Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín. Como toda urbe, las calles del centro albergan las construcciones y edificaciones representativas de la ciudad; en este caso, la Alpujarra, el Edificio Coltejer, el Edificio San Ignacio, la Basílica Metropolitana, el Museo de Antioquia, el Palacio de la Cultura, El Teatro Pablo Tobón Uribe, el edificio de las Empresas Públicas, entre otras; calles, plazoletas y parques ampliamente concurridos, como el Parque Berrío, el parque San Antonio, la plazoleta Botero, el Parque de los Pies Descalzos, la plazuela San Ignacio, el pasaje comercial Junín, el sector comercial El hueco, El paseo de La Playa, entre muchos otros. Alrededor de esta zona tan céntrica, la comuna 10 cuenta con barrios que han tenido gran tradición e importancia en la historia de la ciudad. El barrio Prado fue, especialmente en los años 30 a 50 del siglo pasado, un sitio exclusivo de la ciudad. La arquitectura de sus casas correspondió a diferentes y variados estilos, entre europeos, orientales y de distintas épocas, que reflejaban la opulencia de sus habitantes. Aunque este barrio resistió el impacto de la construcción de la Avenida Oriental, la tendencia a la construcción de edificios de apartamentos ha disminuido el número de sus “mansiones”. Sin embargo, muchas de ellas han sido tomadas como oficinas o consultorios de organizaciones, grupos culturales, entidades gubernamentales, que han permitido de alguna manera conservar como patrimonio este sector. Como toda zona céntrica, el fenómeno de la inseguridad y la violencia permea sus calles, tanto en zonas comerciales e industriales, como en las zonas residenciales, de barrios como El Chagualo, Estación Villa, San Benito, Guayaquil, Corazón de Jesús, Las Palmas, Bomboná N°1, Boston, Los Ángeles, Villa Nueva, y San Diego.