Zona Noroccidental




Castilla, Comuna 5

La comuna cinco se formó a principios de los años 30 del siglo XX. Según datos tomados de algunos de los documentos del concurso Historia de los barrios de la ciudad, patrocinado por el municipio de Medellín en el año de 1986, Castilla se construyó sobre un terreno rocoso, razón por la cual fue necesario, para la adaptación del terreno, detonar dinamita repetidas veces. Las condiciones del lugar hicieron que fuera difícil el transporte hasta el sector; sólo un bus (chiva o mula), hacía dos recorridos en el día hasta el Puente del Mico, cerca de la actual Terminal de Transportes del Norte (López Ramírez e Hidalgo Montoya, 1986). En principio sus habitantes pertenecieron principalmente al sector obrero de fábricas e industrias como Everfit, Fabricato y Coltejer y la instalación del Matadero. Su crecimiento poblacional se debe, como en las otras laderas del norte de la ciudad, a la migración generada por la violencia, entre otros hechos. El sector más reconocido de la Comuna 5 es la carrera 68, un sector ampliamente comercial, que representa para esta zona noroccidental lo que el pasaje Junín en el centro de la ciudad. Otro lugar importante de Castilla es el Santuario de San Judas, una construcción que se inicia en el año de 1951 y se convierte en un hermoso templo que congrega en sus eucaristías a más de mil feligreses. El Hospital La María y el Cementerio Universal son también referentes geográficos de esta comuna para la ciudad. Por sus particularidades, el barrio del mismo nombre de la comuna es el que más conserva las cualidades y características en cuanto a estilo de vida y costumbres en esta comuna. Aparte del barrio Castilla, hay otros destacados como Toscana, Tricentenario, Las Brisas, Florencia y Alfonso López.


12 de Octubre, Comuna 6

Doce de Octubre es una comuna de reciente formación; fue construida sobre lo que en otra época se llamaba “Finca El Pedregal” (Arango, M. V.: s.f.). Su origen data apenas del año 1969, cuando la fundación Casitas de la Providencia comenzó un proyecto de interés social para tratar de ubicar en el sector a familias de bajos recursos. Sin embargo no fue posible que dicha fundación terminase su labor, por lo que el proyecto fue continuado por el Instituto de Crédito Territorial con un proyecto de autoconstrucción de la comuna en cinco etapas, de las cuales solo se llevaron a cabo cuatro. La primera etapa se centró en la construcción del centro de salud, una parroquia, un supermercado y la inspección de policía, que no pudo llevar a cabo su labor de manera integral por las múltiples invasiones que se presentaron en el año de 1984 y que se acrecentaron con los hechos de violencia. Las siguientes etapas cubrieron necesidades básicas en servicios públicos y adaptaron en el lugar áreas de servicios comunitarios como canchas deportivas y los tanques que nutren de agua potable a una parte de la ciudad. Se destaca en esta comuna el Cerro El Picacho, uno de los siete cerros tutelares de Medellín, que es reserva natural del sector y aloja en su punta al Cristo Rey, una imponente escultura de 35 piezas, que congrega a visitantes desde el año 1936 (Mejia Méndez, 2009). Esta comuna es una de las más pobladas y densas de la ciudad, y sus habitantes, en su mayoría jóvenes, afrontan problemas graves como el desempleo. Allí, se destacan barrios como Doce de Octubre N°1 y 2, Pedregal, La Esperanza, Picacho, Picachito, Mirador del Doce, Progreso N°2 y El Triunfo.


Robledo, Comuna 7

Esta comuna inicia su historia a raíz de un desastre natural. En abril de 1880 se desborda la quebrada La Iguaná, por lo que las familias damnificadas en el Valle de Medellín o Aldea de Aná, debieron buscar sitios cercanos más altos para reconstruir sus viviendas. Uno de esos sitios fue el morro del Cucaracho, desde entonces Robledo, terreno que pertenecía a Don Juan Burgos y que fue comprado por los urbanizadores Manuel Álvarez, Manuel Ángel y Ricardo Castro, quienes dividieron lotes, trazaron calles y cedieron algunos de los predios a esas familias (Melo, 1996, 145). Alrededor de la construcción de la iglesia también comenzó su primer poblamiento; en 1918, el municipio se vinculó con un proyecto de vivienda popular (barrio El progreso). El comercio y la industria siempre estuvieron unidos a este proceso de urbanización de la comuna; la antigua vía a Robledo se pobló principalmente de comerciantes y obreros. A partir de 1930, la construcción de la vía asfaltada entre la América y Robledo contribuye al desarrollo de esta parte de la comuna. El Diamante, El Cucaracho, La Pilarica, López de Mesa, Pajarito, La Pola y Aures No. 1 y 2, son algunos de los barrios que componen esta comuna. Facultades y entidades universitarias le imprimen a este sector noroccidental un espíritu joven y emprendedor. Alrededor del Cerro el Volador, otro de los cerros tutelares y eje medioambiental, San Germán se constituye en corredor de importancia para la comuna. Entre los proyectos municipales que se destacan está la puesta en marcha del segundo Metrocable de la ciudad, que conecta los sectores altos de las comunas 13 y 7.